30/7/12

Melancolía


Era 1991. Lo poco que recuerdo, es como si hubiera sido un sueño. Mi mamá me tomó de la mano y me llevó a la ventana de uno de los cuartos. Mi hermana -cinco años mayor que yo-, ya estaba frente a la ventana esperándolo. Por más que trato de recordar, no veo a mi papá en la escena; pero sí recuerdo su voz.

Eran como las cuatro de la tarde. Estábamos esperando algo frente a la ventana; sin embargo, no sabía yo lo que sucedería. El cuarto era el más iluminado de aquella casa. De pronto, de la nada, comenzó a oscurecer. Recuerdo como entre sueños la voz de mi papá diciendo que no viéramos el sol. Mi mamá me abrazó, y mi hermana la abrazó a ella. Lo que más recuerdo de ese eclipse solar total es el ruido ensordecedor de las aves. De la nada, comenzó a oscurecérseles y, desorientados, comenzaron a buscar refugio. 

Si algo recuerdo de ese eclipse total es el ruido de las aves y el temor a lo desconocido.

***

Este fin de semana vi Melancolía, una cinta escrita y dirigida por el excéntrico Lars von Trier -Pi, la orden del caos, Anticristo-. Y la sensación que me dejó fue exactamente la misma que sentí con el eclipse solar que viví en los primeros años de mi vida.

¿De qué va? Melancolía es una película divida en dos capítulos en la que cuentan la historia de las hermanas Justine y Claire. En la primera parte presentan el día de bodas de Justine -Kristen Dunst; Spiderman 1,2 y 3 o La sonrisa de monalisa-, una creativa publicitaria que poco a poco -en cuestión de horas-, comienza a cambiar al borde de la aparente locura. La segunda parte está dedicada a Claire -Charlotte Gainsborg; 21 gramos, La ciencia del sueño, Anticristo- y a su familia. Lo que une estas dos historias, aparte del lazo sanguíneo entre ellas, es Melancolía, un planeta que se ocultaba detrás del sol y que se dirige a la Tierra y amenazándola con su destrucción total.

Melancolía es una película que, si bien es ficción, no recurre a los efectos especiales como todas las películas apocalípticas; es más el terror psicológico el que debemos destacar.

El inicio de la película es la que le da la categoría de "Cine de arte": increíble. La musicalización, el elenco y el dramatismo de Charlotte Gainsborg son, sin duda, lo más disfrutable de la película. El final es llevado a tal dramatismo que todos en la sala, quedamos enmudecidos hasta los créditos.




Nota al pie de página: El actor de "24", Kiefer Sutherland, deja su actitud de aguantotodaslasexplosiones y nos deleita con su actuación de padre de familia en Melancolía tras vencer el cáncer que padeció.